En 1967, Visconti llegó a Argel para el rodaje de El extranjero con Mastroianni y Anna Karina. Camus, durante su vida, siempre se había negado a permitir que una de sus novelas fuera llevada a la pantalla. Su familia tomó otra decisión. El rodaje de la película se vivió en Argel, como un regreso póstumo del escritor a Argel. Durante el rodaje, un joven cineasta especializado en documentales, Gérard Patris, intenta informar sobre el impacto del rodaje de El extranjero en los argelinos. Intercalando secuencias del rodaje de la película de Visconti, filma a Poncet, Maisonseul, Bénisti y Sénac, amigos de Camus, en plenas discusiones para situar a Camus y su obra en un contexto sociológico e histórico. “Se nos ocurrió la idea de mostrar a las personas, a los demás y a nosotros mismos como si todos pudieran ser Meursault, o al menos los testigos de su drama”.