En las noches de los años 80, Borjamari y Pocholo se mueven a sus anchas en la discoteca Aguacates. Expertos en hacer bromas “canallas” a las “niñas”, con su desparpajo son los reyes del local. Veinte años después, todo sigue igual. Sólo que ahora, los dos hermanos ya no son nada en Aguacates ni en el nuevo mundo. Nada excepto objeto de mofa y burla. Su primo Pelayo, de quien solían reirse y abusar en la adolescencia, reaparece en sus vidas: ahora es un moderno esquiador, ligón y popular. No ha dejado pasar el tren y se venga de las antiguas crueldades de Borjamari y Pocholo anunciándoles que Mecano va a reunirse en un concierto sorpresa. Borjamari y Pocholo se lo tragan y se lanzan a la aventura en compañía de Paloma, una chica romántica, emocionalmente compleja, que está pasando “de niña a mujer” y que entra en la historia como un ciclón. Paloma tiene las llaves del coche de papá y también las llaves de la felicidad de Borjamari y Pocholo. Son el trío perfecto.