Tres patosos soldados de la reserva, que debido a sus múltiples meteduras de pata tienen de los nervios a un duro pero caricaturesco sargento, son castigados por éste, mandándolos de cabeza a Irak, para que se enteren de lo que vale un peine. En pleno vuelo salen despedidos con un jeep por la puerta de carga del avión, cayendo en el desierto de México. Creyendo que se encuentran en Irak, los malentendidos con los lugareños serán constantes, y el duro sargento no dejará de pisarles los talones.