El servicio militar del recluta Miguel Cañete (José Luis Ozores), vecino de Roncalejo, le proporciona un grave conflicto familiar. Miguel tiene un hermano, Pipo (Miguelito Gil), de seis años, que vive con él y no está dispuesto a separarse de su lado. Ya en Madrid, en su destino de Cuatro Vientos, Miguel se convierte, por su buena fe y su simpleza, en el blanco de una serie interminable de novatadas, relacionadas siempre con el sargento Palomares (Manolo Morán), instructor de reclutas. Las tribulaciones del recluta se complican cuando aparece, en plena instrucción, Pipo, quien ante la imposibilidad de quedarse en la base tiene que buscar otro alojamiento como sea.