Un extraterrestre que procede de un planeta en crisis llega a la Tierra, pero necesita beber sangre de sus habitantes para sobrevivir. El alienígena en cuestión protege sus ojos con gafas negras, que solo se quita para asesinar a sus víctimas. Además, tiene la suerte de que una enfermera le proporcione frecuentes transfusiones; sin embargo, acaba llegando a la conclusión de que este planeta no es un lugar apacible para vivir...