Annunzita, al quedarse viuda, hace venir de Sicilia a Antonello, su hermano, para vivir con ella, pues no quiere seguir sola en la gran casa con Elena, su hijastra. Elena intenta seducir a Antonello, quien trata de hacerse el desentendido, porque de lo contrario sería echado de la cómoda casa. Antonello arregla pués el matrimonio de la joven con Saverio, pero, en lugar de solucionar el problema, Antonello empieza a tener celos y enamorado de Elena trata de olvidarla casándose a su vez. Pero todo es inútil.