Tras una discusión entre sus padres, Flavia decide dar un paseo harta de escuchar los gritos. De pronto se convertirá en testigo accidental de la muerte de una anciana a manos de unos malhechores. Dicha anciana entregará a su nieta poco antes de su muerte un pergamino que revela el emplazamiento de un tesoro que descubrieron los primeros moradores de la isla. Flavia y la pequeña Ojos de Almendra emprenderán una huida que les conducirá al fabuloso tesoro perseguido por el grupo de asesinos. En la huida encontrarán a Chen, un místico que les brindará su ayuda ya que invocará a una especie de guerrero sobrenatural que ayudará a las niñas cada vez que se encuentren en peligro.