St. Michaels, Indiana soportó la explosión de una mina en noviembre de 1991 y sobrevivió a ésta, además de sufrir una recesión económica, pero las circunstancias se ve bastante desesperada cuando el propietario de la mina decide despedir a un 75 por ciento de sus trabajadores. Parece que no hay ninguna esperanza cuando la tragedia golpea en la mina. Una costura cede y muchos de los trabajadores quedan atrapados. La comunidad tiene que unirse para salir adelante, ya que tienen que esperar a las noticias de sus seres queridos. Familias separadas por noventa y cuatro pies de roca y todos con la esperanza de un milagro.