Edgar, deprimido y recién divorciado, regresa a la casa de su infancia para poner orden en su vida. Halla un títere de aspecto diabólico en la habitación de su difunto hermano y decide ponerlo en venta. Para venderlo deberá acudir a una subasta en la convención de conmemoración del 30º Aniversario de los horribles crímenes de Toulon. El mal se desatará en ese lugar.