Roma. Lara Bercost, una joven prostituta, sale de la cárcel y se instala en la villa que le pertenece, organizando allí una pensión familiar. Llegan tres hombres: Petrus, un futbolista que busca fondos para su equipo; Walter, un periodista al que le gustaría romancear la vida de la mujer; Igor, un director de teatro al que le gustaría que se representara a sí misma en el escenario. Lara entiende el juego de 3, luego pasa al contraataque, para vengarse de la opresión sufrida por la clase masculina. Primero hace que cada uno de los tres pierda su trabajo y luego los prostituye por dinero. Sin embargo, consciente de la deshonestidad sufrida, registra y deposita en las cuentas bancarias de Petrus, Walter e Igor, los salarios adeudados por sus respectivos servicios.