“Blurred Lines” arranca con el día en el que la corporación Lehman Brothers se declaró en bancarrota, evento que se considera el inicio de la crisis económica de 2008, y lo contrapone a una venta efectuada 24 horas después de una pieza del británico Damien Hirst por 300 millones de dólares. 10 años más tarde, nada parece haber afectado al mundo del mercado del arte, el cual al contrario a otros muchos sectores, no se ha visto afectado por la crisis financiera en lo más mínimo, y sufre una inflación astronómica. Los antiguos mecenas del arte (reyes, nobles y papas) han sido reemplazados por corporaciones y coleccionistas multimillonarios que en la búsqueda de inversiones han convertido los procesos de tasación y venta de obras en procesos oscuros, secretos y no reglamentados.