A Vincent Eastman la vida le sonríe: es un brillante arquitecto, está felizmente casado y tiene una hija adorable. Casualmente conoce a Olivia, una joven llena de irresistibles cualidades: talento, alegría y espontaneidad. Se encuentra, pues, ante una encrucijada: desea la felicidad, pero no sabe cómo conseguirla, y su falta de decisión causa mucho sufrimiento tanto a los demás como a sí mismo.