Una organización terrorista conocida como Ansar Allah planea un atentado para convertir Roma, la ciudad eterna, en una ciudad mortal. El comandante Smolin del FSB (las nuevas siglas de la siniestra KGB) será pieza clave para evitar el desastre; y es que se trata del mismo grupo que secuestró a su hija de diez años junto a centenares de niños en un circo de Moscú.