Alicia regresa a la siniestra mansión de la que huyó siendo una niña -un hogar que nunca ha albergado infancias felices-, convertida ahora en una joven madre de familia. Acompañada por su marido y su hija Nora, de nueve años, Alicia busca rehacer su vida mientras se ve obligada a enfrentarse a un pasado que creía enterrado y a un cuerpo que se resiste a morir: el de Victoria, la posesiva matriarca de la familia, quien ha caído en un coma profundo y sobrevive conectada a una máquina, y por la que la pequeña Nora comienza a sentir una fascinación malsana.