Con 40 años, a Frédéric le entran unas repentinas ganas de tener un hijo. Él y Claire ya lo habían dejado claro, Claire nunca ha querido ser madre. Sin embargo, Frédéric comete el imperdonable error de dejarla embarazada sin avisarle. Claire se convierte en una ballena y Frédéric, en un remilgado.