Dos periodistas estadounidenses —Allan Nairn y Jean-Marie Simon— exploran el conflicto armado interno de Guatemala en 1982. Tras la llegada al poder del general Efraín Ríos Montt, en los grandes medios de comunicación estadounidense publicitan la imagen de Ríos Montt como la de un “cristiano nacido de nuevo” con la misión de pacificar a Guatemala. El Gobierno republicano de Ronald Reagan le oculta a los estadounidenses la ayuda bélica que su administración le continúa proporcionando al ejército guatemalteco, a pesar de la prohibición explícita del congreso. Los medios internacionales silencian las dimensiones de la guerra en Guatemala, mientas Ríos Montt dirige a lo largo de 18 meses la mayor cantidad de atrocidades y violaciones a los derechos humanos en contra de la población civil.