Cuando Mei, miembro de la prestigiosa Familia Dragón, se queda a cuidar de su casa, MK le ruega acompañarla. El General Acorazado, uno de los lacayos de RTD, oye que la Familia Dragón no estará y piensa que es su oportunidad de colarse en la Casa Templo del Dragón para robar la legendaria Espada del Dragón. Pero Mei defiende su hogar y reclama su legado como portadora de esa espada de leyenda.