Mientras sueña con un dios pintor, Tenkorin Okakura, una chica vaga del instituto, pide que sus sueños se hagan realidad sin práctica ni esfuerzo. El dios Raijin escucha su deseo, convoca a artistas históricos de la vida real y le dice a Tenkorin que haga que estos artistas le enseñen para que pueda cumplir sus sueños. Guiado por sus enseñanzas, Tenkorin aspira a convertirse en un verdadero pintor con un futuro prometedor.