Alfredo llega a Castamar malherido, antes de perder el conocimiento consigue advertir a Diego de que han secuestrado a su hermano Gabriel y este marcha a toda prisa a Madrid. Allí descubre que su hermano está a punto de embarca camino a Portugal, vendido como esclavo. Doña Mercedes recuerda viejos tiempos, cuando Gabriel llegó a la familia siendo pequeño, aterrado y con cicatrices en la espalda. Y Amelia ya recuperada, avisa a Clara que deje en paz a Diego porque se va a convertir en su esposo. La cocinera le anuncia que cuando pase la boda se marchará para siempre de Castamar. Ella ahora solo piensa en salvar a su padre, el tiempo pasa y no está segura de poderle salvar la vida.