Mizuki es una corredora de maratón obligada a colgar sus zapatillas de correr y encontrar un trabajo en el "mundo real". Ha estado concentrada en correr toda su vida y desarrolló muy pocas habilidades sociales, descuidando por completo cualquier pensamiento sobre una vida amorosa. Su amor por la comida dulce es lo único que le trae alegría. Cuando Mizuki acepta un trabajo en un hotel de lujo, resulta que no tiene remedio. Sin experiencia ni talento natural para el servicio al cliente, comete un error tras otro. Un día, se cruza con Kaji, un genio pastelero que trabaja en el hotel y tiene fama de mujeriego. Enfurecida por lo mal que está resultando su vida después de correr, Mizuki se desahoga con Kaji. En lugar de enojarlo, su diatriba inspira a Kaji, quien la nombra su nueva catadora.