De cómo Colombia es una gran torre de Babel donde las diferencias son las que nos unen. Aunque a veces parezca que en este país nadie se entiende con nadie, aunque parezca que pensar y hablar diferente pueden causar que nos persigan, nos “chucen” o nos silencien, hay elementos del lenguaje cotidiano que además de rescatar la potencia del idioma nos definen como colombianos y en esa medida nos identifican como miembros de un país.