Julia está triste, la lluvia le deprime y se encierra en su casa sin salir ni responder a las llamadas de los chicos cuando van a buscarla. Más tarde, el que va en su búsqueda es Chanquete, que entra en la casa rompiendo un cristal. Julia le cuenta su drama personal: su marido y su hija murieron en un accidente de coche dos años atrás, en un día de lluvia. Chanquete intenta consolar a Julia y le recuerda que, después de la tormenta, siempre aparece el arco iris.