Lucas, uno de los confidentes de la UCO, sale de una cena familiar en casa de su tía acompañado por su madre y hermano menor. Ha quedado en verse con Luis, capitán de confidentes de la UCO, para darle información sobre los próximos movimientos de la banda de los Tonys, una de las más importantes organizaciones de tráfico de droga. Lucas es la mano derecha del capo, un tal Tony al que la Unidad Central lleva tiempo intentando encarcelar. De camino a su cita, algo llama la atención a Lucas, desde el interior de un túnel, y se desvía de su ruta. Se oyen dos disparos. Para cuando los agentes de vigilancia y seguimiento que estaban tras Lucas le alcanzan, ya es demasiado tarde. Ha sido asesinado. Todo apunta a un ajuste de cuentas por temas de drogas, o que el muerto ha sido descubierto como impostor. El supuesto culpable parece ser un sicario de la banda de los Tonys, que los agentes vieron salir del túnel en moto tras los disparos. Necesitan pruebas y para ello deben localizar a la persona que ha delatado a Lucas. Paralelamente a la investigación del asesinato, la Unidad Central Operativa lleva a cabo el seguimiento de una operación a gran escala, "La Operación Ancla", que involucra al capo que ha ordenado la ejecución del confidente. El éxito de esta operación depende de la información que Lucas iba a proporcionar. Para evitar levantar sospechas entre la banda de los Tonys, Garrido, el coronel de la UCO, da prioridad a la "Operación Ancla" de narcotráfico, liderada por Julia, frente al asesinato, del que Sierra (Miguel Ángel Solá) ha de hacerse cargo.