La investigación da un giro de 360º cuando se demuestra que más personas estuvieron presentes en la casa flotante. Se desentraña una nueva teoría en la que Gabi sería víctima y no verdugo y en la cual la escena del crimen habría sido escenificada a propósito para que pareciera la culpable. Magda no pierde la esperanza de encontrar a su hija con vida.