Al ir a recoger a su hermana Rosa Aurora, Albertano se encuentra con María en una parada de autobuses, Al llegar Rosa pide a Albertano acompañe a su voluptuosa amiga Gloria a otro paradero a tomar su combi, María los sigue y se derrumba bajo la lluvia al descubrirlos besándose apasionadamente esto la decepciona por completo de los hombres por lo que hace un pacto de amigas con Betzabe para ya no fijarse en ellos, el cual rompen en cuanto ven llegar a un repartidor de mercancía de muy buen ver. Mientras tanto Rosa Aurora regala a su madre un refrigerador de tecnología de punta para substituir al viejo que sonaba cual carcacha, Doña Lucha dura muy poco tiempo agradecida pues el refrigerador parlante le indica constantemente donde colocar los alimentos y como utilizarlos balanceadamente. Lucha interpreta esto como una falta de respeto pues en su época los refrigeradores siempre daban su lugar a la ama de casa. Esto desatara un gran conflicto familiar. Hasta el final Albertano quiere acompañar a María ya que él dice que Gloria abusa de el por lo que el no quiso besar a Gloria.